¿Crees que puedes tener depresión posparto? ¿Sientes que algo en tu vida cambió luego de tener tu bebé?, ¿crees que la situación que vives es completamente diferente a la que pensaste?
Para muchas madres primerizas, la experiencia del embarazo y parto arrastra una serie de síntomas asociados a la tristeza, miedos, ansiedad, y dificultad para la toma de decisiones.
Muchas de ellas también no tienen la energía suficiente para poder realizar su rutina diaria con normalidad, cuidar de su bebé o de su familia.
Si esto te recuerda a alguien muy cercano a ti, te recomendamos poner atención a lo siguiente para detectar sus sentimientos y la manera correcta de poder ayudarlos…
¿Qué es la Depresión Posparto?
El nacimiento de un bebé puede desencadenar una serie de diversas emociones en la madre y los cercanos, desde la alegría y euforia, hasta el miedo y la ansiedad.
Pero algo que no logramos preparar con antelación es la depresión posparto que pueden sufrir tanto mujeres como hombres…
La mayoría de las madres primerizas sienten un efecto de melancolía luego del parto, los que ocasionalmente incluyen cambios en el estado de ánimo, episodios de llanto, ansiedad y dificultades para dormir.
Este tipo de depresión puede llegar a desarrollar un trastorno extremo en el estado de ánimo si no se trata a tiempo, la psicosis posparto.
A diferencia de otras enfermedades, esta depresión no es un defecto de carácter o debilidad de la propia persona, sino que, se trata de una complicación psicológica del embarazo.

¿Esta depresión la padecen sólo las madres?
No, los hombres que fueron padres también pueden llegar a experimentar depresión posparto.
Al igual que las mujeres, los hombres pueden llegar a sentir cansancio físico, tristeza, estar abrumados, cambios en el hábito de sueño, ansiedad, y mala alimentación.
Aquellos padres que son muy jóvenes, tienden a tener un historial clínico de depresión posparto paterno, experimentando dificultades para relacionarse con su pareja y cercanos.
¿Qué causas provocan Depresión Posparto?
Las causas específicas de esta enfermedad se desconocen, sin embargo, los cambios hormonales durante y después del embarazo pueden afectar el estado anímico.
De todas formas, existen factores que son distintos a los hormonales, y que también pueden llegar a afectar el estado de ánimo de la persona:
- Cambios en el cuerpo a raíz del embarazo.
- Cambios en las relaciones personales y laborales.
- Menos tiempo y libertad para uno mismo.
- Falta de sueño.
- Problemas para aceptar la capacidad de ser una buena madre o padre.
Por otro lado, también están los factores de riesgo que implican una alta probabilidad de que la persona pueda padecer depresión:
- Ser menor a los 20 años.
- Ser una persona que consume alcohol y drogas (además generan problemas a la salud del bebé).
- No planeó del todo el embarazo del bebé, o se siente arrepentida.
- Sufrir de depresión o ansiedad antes del embarazo.
- Vivió un hecho traumático durante el proceso de embarazo.
- Familiar cercano con depresión o ansiedad.
- Tener una mala relación con la pareja o es soltera/ poco apoyo de su familia y amigos.
- Problemas financieros.
¿Cuáles son los síntomas?
Es común presenciar que una mujer pueda padecer de irritabilidad, ansiedad, tristeza y llanto las dos primeras semanas después del embarazo.
Casi siempre desaparecen los síntomas al rato después sin necesidad de tratamiento médico, pero hay que tomar en cuenta que los efectos pueden llegar a sentirse hasta meses después de haber terminado el embarazo.
Al igual que la depresión normal, las personas suelen mantener un estado anímico bajo y presentar los siguientes síntomas:
- Agitación e irritabilidad.
- Cambios alimenticios y pérdida de sueño.
- Sentimiento de culpa, inutilidad, desconexión, falta de interés por la mayoría de las actividades.
- Pérdida de concentración y energía.
- Problemas para realizar tareas diarias.
- Ansiedad incontrolable y ganas de suicidarse.
- Ser incapaz de cuidar al bebé.
- Temor a quedar sola con el bebé.
- Preocupación o desinterés extremo del bebé.
- Sentimientos negativos hacia el recién nacido.

¿Cuándo se recomienda pedir ayuda?
Las personas que padecen depresión posparto no pueden reconocer o admitir fácilmente que están deprimidas.
Si estás presente en la vida de una persona embarazada, debes tener en cuenta estas señales que te ayudarán a determinar cuándo es momento de pedir ayuda profesional:
- Su tristeza posparto no desaparece luego de 3 semanas.
- Los síntomas de depresión se vuelven más intensos (puede tardar meses en aparecer).
- No puede realizar tareas domésticas o laborales con normalidad.
- No puede cuidar de sí misma o del bebé.
- Tiene pensamientos suicidas o de hacer daño a su bebé.
- Tiene alucinaciones visuales y auditivas.
¿Qué tratamiento existe?
Actualmente no existe un tratamiento único para diagnosticar depresión posparto a una persona (más allá de la psicoterapia y medicamentos). Sin embargo, existen consejos útiles para madres que necesitan ayuda antes de recurrir a un profesional:
- Solicitar ayuda a su pareja, amigos y familiares con tareas domésticas y cuidado del bebé.
- No esconder los sentimientos, hablar de ellos con personas de confianza.
- No hacer cambios rutinarios bruscos durante el embarazo o los primeros meses del nacimiento del bebe.
- Dedica tiempo para salir, estar sola/o, y visitar a seres queridos.
- Descansar lo que más se pueda.
- Únase a una red de apoyo de madres.
Ten en cuenta que los tratamientos y medicamentos a los que puede optar una persona con depresión posparto dependen de su embarazo, o de la lactancia del bebé.
Por último, es importante recalcar que este tipo de tratamientos si no se llegan a realizar, puede empeorar las condiciones físicas y mentales de la persona afectada.
Es importante brindarle el mejor apoyo a las personas que están afrontando este nuevo y hermoso mundo de ser padres…