Todo el mundo padece más de alguna vez en su vida de estrés, y la mayoría es por un factor muy corriente del que no tenemos que preocuparnos tanto, pero lo hacemos igual…
Sentir estrés ante una situación nueva o demasiado exigente para nuestra rutina diaria es algo común, pero para muchas personas terminan convirtiéndose en un problema a medida que se prolonga en el tiempo.
Es importante combatir el estrés con determinación y mucha fuerza de voluntad para no ocasionar un problema mayor en nuestro organismo. Te explicamos de qué se trata…
¿Qué es el estrés?
Hablamos del estrés como un mecanismo psicológico que nos prepara para reaccionar ante situaciones nuevas, de gran exigencia o de gran peligro.
El estrés es generado por las hormonas de la adrenalina o el cortisol, las que activan al cerebro para que esté en mayor alerta y atención con nuestro entorno.
Cierto nivel de estrés no es malo si consideramos que nos ayuda a afrontar de mejor manera las cosas que desconocemos y tememos.
Dentro de lo positivo, nos ayuda a reaccionar mejor cuando estamos ante una emergencia, como por ejemplo cuando sufrimos de un accidente y debemos acudir rápidamente a un hospital para ver la gravedad de nuestras heridas.
El problema con el estrés proviene cuando las situaciones que lo generan suelen perdurar un mayor tiempo de lo común. Es decir, no es algo puntual, se convierte en algo crónico.
Si por algún motivo te enfrentas a situaciones de problema con tu trabajo, con tu familia o demasiada carga rutinaria que no puedes cumplir, el estrés ya no proporciona nada bueno.
El estrés crónico está detrás de muchos problemas que nos causan malestares y afectan nuestra calidad de vida llegando incluso a enfermarnos.

¿Cuáles son las causas del estrés?
Debemos considerar que el estrés forma parte de nuestra vida, cosas tan cotidianas que no somos capaces de darnos cuenta conscientemente de ellos.
Pero no percibirlos, no significa que no nos afectarán y no aumentará nuestro nivel de estrés. Los estresores más cotidianos son:
- Situaciones que requieren un mayor esfuerzo cognitivo.
- Estímulos ambientales, percepciones de amenaza.
- Alteración de las funciones cognitivas por factores patológicos o de adicción.
- Aislamiento y confinamiento.
- Presión grupal, bloqueo de nuestros intereses, y no conseguir los objetivos planeados.
¿Qué síntomas provoca el estrés?
Es importante recordar que cada persona reacciona diferente al estrés, por lo que los síntomas varían demasiado, sin embargo, los patrones más comunes suelen ser:
- Nivel fisiológico: Dolores de cabeza, tensión muscular, problemas de digestión, cansancio físico, enfermedades a la piel.
- Nivel cognitivo: Disminución de la concentración y la memoria, dificultad para tomar decisiones, insomnio, fatiga mental.
- Nivel emocional: Angustia, nerviosismo, alteraciones del estado de ánimo e irritabilidad.
- Nivel conductual: Trastornos de apetito, bloqueos mentales, agresividad, conductas impulsivas.

¿Qué medidas debo considerar para afrontar el estrés?
Las medidas de autocuidado son buenas para la salud física y mental, ayudándote a retomar el control en tu vida.
Seguir algunos de estos consejos ayudará considerablemente a reducir el estrés diario que puedas estar sintiendo en este momento:
- Presta atención a tu salud física (cuidar tu cuerpo):
Duerme una cantidad adecuada de horas: Acuéstate y levántate en los mismos horarios todos los días, sigue tu horario normal si estás en casa.
Realiza actividad física constantemente: Los ejercicios físicos y la meditación pueden ayudar a reducir la ansiedad y mejorar el estado del ánimo.
Come saludable: Consume alimentos saludables para mantener una dieta balanceada. Evita los azúcares y la cafeína, producen estrés y ansiedad.
Evita el consumo de alcohol, cigarros y/o drogas: Ya es un riesgo a la salud de los pulmones y el organismo el consumo del cigarro y drogas, además, durante la pandemia, el consumo de alcohol no te ayudará a poder afrontar la situación actual.
Limita el tiempo en pantalla a diario: Establece horarios para ocupar dispositivos electrónicos, no los ocupes más de 30 minutos si no existe una necesidad productiva.
Disfruta el día y relájate varias veces: Tomar algunos minutos al día para despejarse puede refrescarte, ayudarte a calmar la mente, y a reducir la ansiedad.
2. Presta atención a tu salud psicológica (cuida tu mente del estrés):
Mantén tu rutina diaria normal: Mantener un horario establecido es favorable para la salud mental, mantener una rutina consistente puede ayudarte a mantener el control.
Limita la exposición de información de los MDC: La constante información sobre el Covid-19 contribuyen en gran parte al miedo colectivo de esta enfermedad, evita leer información de medios de comunicación poco creíbles (pueden empeorar tu salud mental).
Siempre mantenerse ocupado: Usar distracciones y el trabajo en casa puede ayudar para alejarte del ciclo de pensamientos negativos que nos rodea durante la pandemia.
Enfócate en las buenas energías: Elige pensar positivamente y tener sentido de esperanza frente a todas las adversidades.
Establece prioridades: Fija metas razonables a diario, y concéntrate en lograrlas. Debes aprender a aceptar los logros y pérdidas, no todos los días se pueden lograr todas las cosas propuestas.
Aprende a decir NO: Es importante que te coloques límites, no siempre es bueno cumplir con las expectativas y deseos de otros.
Enfrenta los problemas: Aprende a no mirar al lado y evitar tus problemas. Analiza con calma cada situación, intenta remediarlos, y acéptalos si no hay forma de cambiarlos.
3. Presta atención a otras personas (organiza tu red de apoyo):
Forma conexiones: Evita el aislamiento social, crea momentos al día para conexiones virtuales para saber lo que pasa con tu entorno de amigos y familiares, muchas veces necesitan afrontar la pandemia y necesitan de consejos para el afrontamiento.
Haz algo positivo por los demás: Encuentra un propósito con quienes te rodean, la ayuda es algo recíproco que en algún momento necesitaras de vuelta.