En los últimos años, la neurocognición y el análisis de la cognición en personas está siendo de gran interés para investigadores y profesionales de la salud, los que han sido capaces de aprender sobre el desarrollo de distintos procesos mentales que subyacen en el cerebro.
¿Qué es la Neurocognición?
El origen se remonta a comienzos del siglo XIX, gracias a las posturas desafiantes que abordó el psicólogo francés, Pierre Flourens. Él, a través de estudios en animales, descubrió que las lesiones generadas en áreas del cerebro cambiaban el comportamiento.
No fue hasta mitad del siglo, cuando la neuropsicología refutó la teoría pseudocientífica de la frenología (el comportamiento del cerebro dependía de la anatomía de las personas), pasando a ser parte de la ciencia, y abarcando temas sobre la atención, conciencia, toma de decisiones, y memoria, entre otros.
En la actualidad, la neurocognición o neuropsicología es una disciplina encargada de estudiar el funcionamiento del cerebro. Esto permite a profesionales entender cómo funcionan las diferentes áreas y sistemas, que existen dentro del cerebro de un paciente.
A través de la medición de las capacidades cognitivas, ocultas dentro de las personas, permite conocer por medio de las capas neuronales los procesos mentales, sus manifestaciones, y la conducta que adopta la persona al momento de ejecutar una acción humana.

¿Para qué sirve la Neurocognición?
Una evaluación preventiva, puede ayudar a detectar debilidades en áreas o funciones específicas del cerebro. Por ejemplo, problemas de personalidad contra la pérdida de razonamiento.
Es bastante útil a la hora de detectar la presencia de trastornos cognitivos tempranamente, teniendo una gran probabilidad de solucionar problemas leves sobre la memoria, que no son tan obvios de entender a simple vista.
Muchas veces esos problemas que no son fáciles de detectar, hacen de la neurocognición la única herramienta para diagnosticar algún problema subyacente del cerebro. Por lo que el resultado de estas pruebas, puede significar siempre un nuevo tratamiento para compensar debilidades cerebrales aún no exploradas.
Bajo el mismo contexto, la evaluación neuropsicológica permite clasificar las causas de algún trastorno cognitivo. Por ejemplo, la depresión, o trastornos emocionales-conductuales, con los que se pueden llegar a comparar patologías cerebrales (enfermedades físicas o mentales).
¿Quién es el encargado de tratar la neurocognición?
Debido a que la neurocognición tiene diversas ramas a ser tratadas, existe un profesional llamado neuropsicólogo, el que actúa bajo los diferentes ámbitos de la disciplina.
- Realiza evaluaciones neuropsicológicas para revelar posibles daños cerebrales.
- Realiza neurorehabilitación para pacientes con daños cognitivos.
- Previene daños cognitivos a futuro, con programas orientados a la protección de la salud cerebral.
- Realiza investigaciones sobre el comportamiento, la curación, y la prevención de problemas derivados del cerebro.
Para realizar aquello, la neuropsicología se nutre de información de otras ciencias, como la biología, farmacología, psicología o medicina. Esto ayuda a una colaboración colectiva entre profesionales de diversos ámbitos, para actuar sobre tratamientos integrales en enfermos.

¿Cuándo tomar un examen Neuropsicológico?
Se recomienda realizar una evaluación neuropsicológica, cuando las personas mantienen síntomas relacionados a la memoria, la atención, o el razonamiento. Los estudios son necesarios para entender el problema (neurológico, psicológico o genético).
Algunos de los síntomas a considerar, que deberían evaluarse con un neuropsicólogo, son los cambios en la concentración, organización, personalidad, razonamiento, y pérdida de la memoria o lenguaje.
Estos exámenes y estudios son muy útiles para contribuir y entender la situación específica de cada paciente, ya que el cerebro humano seguirá siendo siempre un misterio por descubrir.