Una persona que padece trastorno alimenticio no sólo le importa su estricta alimentación, también genera una serie de repercusiones físicas y emocionales que deben atenderse con urgencia.
¿Qué son los trastornos alimenticios?
Los trastornos alimenticios (TCA) son afecciones graves que dañan la salud mental y física, implicando problemas de cómo la persona percibe y actúa frente a su alimentación.
Los trastornos alimenticios son una enfermedad médica, no un estilo de vida que está de moda, y que pueden afectar seriamente al cuerpo si no se obtiene una nutrición adecuada.
Las personas que padecen de esta enfermedad suelen exagerar la cantidad de comida que ingieren diariamente. Es decir, puede ser mucho más o mucho menos de lo normal.
Estos trastornos aparecen con mayor frecuencia en las etapas de adolescencia o edad adulta, pero hasta el momento, se desconoce el origen que ocasiona el trastorno alimenticio en las personas.
Médicos de diferentes organizaciones mundiales explican que la enfermedad depende de diversos factores como los genéticos, biológicos, conductuales, psicológicos y sociales.
El trastorno alimenticio no es una enfermedad hereditaria, la puede padecer cualquier persona, pero es más común en mujeres.
Por lo general, una persona con trastorno alimenticio puede sufrir de enfermedades graves como depresión y ansiedad, problemas con el crecimiento y desarrollo, problemas sociales y laborales.
Y otras enfermedades mortales como los pensamientos o conductas suicidas, trastorno de consumo de drogas ilegales, ataques cardíacos o fallas renales.

¿Qué tipos de trastornos alimenticios existen?
Los síntomas varían dependiendo del tipo de trastorno alimentario que padece la persona, los más comunes son:
- Trastorno alimenticio compulsivo: Habitualmente la persona come en exceso y pierde el control sobre lo que come.
Por lo general las personas comen con rapidez, consumen más alimentos de lo pensado, y comen sin siquiera tener apetito.
Después de comer en desmedida, la persona siente culpa, enojo o vergüenza por la conducta. Sin embargo, no intenta compensar la situación ya que lo vuelve a repetir.
- Bulimia nerviosa: Llamada comúnmente como bulimia, es un trastorno alimenticio de los más graves y potencialmente mortal.
Las personas suelen tener episodios de descontrol alimenticio debido a que ellos mismos restringen excesivamente lo que consumen al día, y luego deshacen el exceso de calorías de su cuerpo provocándose vómitos.
Este tipo de trastornos es ocasionado probablemente por la preocupación del aumento de peso y pérdida de su figura corporal juzgando con severidad todo lo que comen.
- Anorexia nerviosa: Llamada comúnmente como anorexia, es un trastorno alimenticio que puede llegar a ser mortal debido a que la persona tiene un peso anormalmente bajo.
Las personas usualmente intentan de todo para poder mantener su peso limitando, exageradamente la ingesta de calorías, haciendo más ejercicio de lo normal, o vomitar después de comer.
Los intentos por perder peso, incluso cuando ya es bajo, pueden causar daños a la salud graves al punto de morir de hambre.
- Trastorno de rumiación: Es un tipo de trastorno que lleva a la persona a regurgitar reiteradamente alimentos después de comer, pero que a diferencia de los anteriores trastornos, no es intencional.
La persona luego de comer puede regurgitar continuamente un alimento, y puede volver a digerirlo o botarlo (esto ocasiona que la persona quiera comer menos por la preocupación).
Este tipo de trastorno es ocasionado por desnutrición donde los niños o personas con dificultades intelectuales son los más afectados.
- Trastorno por evitación o restricción de la ingesta de alimentos: Es un tipo de trastorno que padecen personas que no alcanzan a obtener los nutrientes mínimos diarios.
Usualmente evitan comidas por características sensoriales, es decir, por su color, por la textura, aroma, sabor, o miedo a atragantarse.
Las personas pueden presentar un adelgazamiento considerable, generando deficiencias nutricionales que pueden provocar daños en la salud a largo plazo.

¿Qué hábitos debo prestar atención para detectar trastornos alimenticios?
Un trastorno alimenticio puede ser difícil de controlar o de superar sin ayuda ya que pueden llegar a tomar el control total de la vida de una persona.
Se debe prestar atención a los hábitos de alimentación y a carencias que pueden indicar conductas poco saludables. Algunas señales que indican trastornos alimenticios son:
- Omitir comidas o colocar excusas para no alimentarse
- Adoptar dietas vegetarianas demasiado extremas
- Centrarse excesivamente en la alimentación saludable y exceso de ejercicios
- Alejarse de las actividades sociales normales
- Preocuparse o quejarse constantemente de estar gordo y de cómo perder peso
- Mirarse al espejo para criticar sus defectos físicos
- Comer a escondidas y consumir una gran cantidad de azúcares y grasas
- Tener callosidades en los nudillos por intentar vomitar
- Expresar enojo, depresión o vergüenza por comer más alimentos de lo normal

¿Qué tratamientos existen para los trastornos alimenticios?
Debido a que los trastornos alimenticios pueden llegar a ser un problema mortal, es importante buscar ayuda si sabes de alguien que pueda tener algún síntoma.
Lo primero es realizar un diagnóstico en el que se analizará el historial clínico (incluyendo un cuestionario sobre los síntomas), examen físico, análisis de sangre y orina, pruebas de función renal, electrocardiograma, entre otros.
Luego, un equipo médico especializado podrá indicar el tratamiento adecuado para la persona que sufre de algún trastorno alimenticio.
Entre los tratamientos más comunes están:
- Psicoterapia individual, grupal o familiar: Terapias que pueden ayudar a enfocar a una persona a identificar y cambiar pensamientos negativos, afrontamiento de problemas y cambiar patrones de comportamiento.
- Atención médica y/o monitoreo: Atención y seguimiento de una persona que tiene complicaciones que pueden generar trastornos alimenticios a corto plazo.
- Asesoramiento nutricional: Nutricionistas y enfermeros/as encargados de ayudar a la persona a comer de forma más saludable para lograr obtener un peso y estado físico sano.
- Medicamentos: Entrega de antidepresivos, antipsicóticos y estabilizadores del ánimo, que pueden llegar a ayudar a combatir los trastornos alimenticios, depresiones y ansiedad.